Bato huevos para hacer una tortilla, oigo caer la lluvia sobre el suelo del patio, oigo también el ruido del tenedor chocando contra el plato y a un bebé que llora dos pisos más abajo. Dejo de batir para escuchar mejor, ahora solo hay bebé que llora y lluvia que cae. Pienso una cosa. Me asomo a la puerta de la cocina y veo al Toni repantingao en el sofá mirando fijamente su sobada hoja de los planos de la casa o caverna o guarida o lo que sea que se quiere construir.
Toni, le digo, ¿sabes qué?, que estoy sintiendo la llamada.
Pues abre tú que estás de pie y más cerca de la puerta. Yo ahora no me levanto que justo se me acaba de ocurrir por dónde tiene que ir el tiro de la chimenea.
Que no es la puerta, es otra llamada, ¿es que no me entiendes?
No te entiendo porque no te haces entender. Las mujeres siempre habláis en clave, como haciendo acertijos y luego os quejáis de que no os entendemos. Tú dime claramente y sin rodeos ni adivinanzas lo que me quieras decir y ya tenemos una base sólida de la que partir. Y hablando de base sólida, ¿cómo ves que en el suelo coloquemos unas baldosas de cerámica?
Pues no generalices, le grito desde la cocina volviendo a batir con rabia porque no me ha captado la indirecta. Todas las mujeres no somos iguales, ¿o es que a ti te gustaría que te dijera que todos los hombres sois unos simples y unos básicos? Te he dicho que siento la llamada porque la siento y si no me entiendes es que eres tonto porque está bastante claro. ¿No oyes a un niño llorar por el patio?
Sí ¿y qué?
Pues que esa es la llamada que siento, la de los óvulos, que se me van a acabar.
¿Me estás hablando de reproducción, por un casual?
Sí, de la nuestra, precisamente.
No pensaba que fueras tan irresponsable pero ya veo que sí.
O sea, que no quieres que tengamos hijos.
Me gustaría pero en otro mundo, en este no. ¿No has oído hablar del cambio climático? Eso no es algo que pueda que pase, eso es algo que ya está pasando. No voy a traer hijos a una porquería de mundo sucio donde se mata a la naturaleza. Y esto no ha hecho más que empezar, el futuro va ser peor. Y que no lo digo yo ni cuatro ecologistas chiflados, es que lo dice hasta la ONU. Mira este informe qué panorama: olas de calor, sequías, ciclones, falta de agua, desplazamiento de poblaciones, aumento de la pobreza y de las enfermedades….¿cómo vamos a traer un hijo a este lugar?
Pues como hace todo el mundo.
Si te refieres a no pensando, no soy partidario.
Eres mejor partidario de que se extinga la raza humana.
Por eso no te preocupes, que eso también pasará y hasta sin mi colaboración.
Pues me da igual todo lo que estás diciendo y lo que diga la ONU me importa menos todavía, quién es ese organismo para meterse en mis asuntos, yo quiero tener un hijo, todas mis amigas del pueblo han tenido ya el primero y están muy contentas.
Pero ya no me contesta, muy típico del Toni, cuando se le acaban los argumentos o se siente acorralado opta por un silencio enfurruñado. Me vuelvo a la cocina y bato sobre lo batido y bato y bato, oigo la lluvia que cae sin importarle nada de lo nuestro, ella a lo suyo, cumpliendo con su misión de caer y mojar, qué rabia me está dando. El bebé ha dejado de llorar.