Buffff, bufa el Toni irrumpiendo en casa con sus prismáticos colgando y arrojando al suelo sin ningún miramiento su polvorienta mochila, qué feo me parece ahora este piso y este barrio después de haber pasado casi dos días en plena naturaleza. La calle huele a pis de perro y a tubo de escape.
Como saludo no está mal pero que sepas que ya te lo conocía, eres poco innovador y bastante previsible, le respondo desde el sofá con el Ulises entre las manos. Y lo cierro con un golpe seco y un tanto vengativo, lo admito.
Ya pero es que ahora se ha intensificado la fealdad, por el contraste. Casi es peor salir porque cuando vuelves te pega el bajón. Es que cada vez que miro la pared esa de ladrillos que tenemos por todo horizonte…
Pues no la mires, pon la tele, lee o sueña o mírame a mí.
¿Te cuento todo lo que hemos avistado? Abubillas, agateadores, carboneros, herrerillos capuchinos, petirrojos….
Sí, pájaros, básicamente.
Eva, hija, tienes la sensibilidad ornitológica muy justita, si es que la tienes, parece mentira que seas de pueblo
No te creas, a mí también me gustaría ir a alguno de esos avistamientos pero como tú no quieres…
No es que no quiera es que eres imcompatible con esa actividad. Para avistar hay que estar en silencio y ser muy sigiloso y no te veo yo a ti callada mucho rato, te aburrirías, empezarías a hablar y nos espantarías las aves. Y tú, ¿qué has hecho?
Pues mira, ver Madrid que siempre voy por los mismos sitios y casi ni la conozco. Me he paseado por la Gran Vía, por la calle Arenal, por la Plaza Mayor, por la calle Seg….
El infierno en la Tierra, no sigas
Pues estaba bien bonito y muy animado, lleno de gente.
Gente, más infierno todavía, me ahogo solo de pensarlo. Ah, y también un milano y pica pinos a montones. ¿Te pongo las grabaciones? Si cierras los ojos te va a parecer que estás en medio del monte.
Mejor no, no vaya a ser que me aburra y hable y salgan todos los pájaros de la grabación volando y se choquen contra la pared de ladrillo de tus pesadillas.
Estás mosqueada, claro, si lo veía venir, mucho defender que cada uno tenga sus espacios y sus aficiones pero luego si te dejo sola te enfadas. Venga, no te enfurruñes, ¿qué más has hecho?
Avanzar entre brumas y nieblas
Mira que eres rencorosa. ¿Qué quieres decir con eso? No te entiendo.
Da igual, ya me entenderás. Vamos a cenar, digo mirando con recelo y cierto rencor al autor del Ulises que tan inocente parecía desde la portada y que tan malos ratos me ha estado dando.