Día: 21 de marzo de 2014

La tía Gacetillas

La tía Gacetillas es una mujer de mi pueblo muy aficionada a difundir sucedidos cuanto más truculentos mejor. También hay una tía Mantequillas pero esa no viene al caso. Cuando la Gacetillas saluda a alguien no dice hola qué tal, buenos días o buenas tardes, ella arranca con un, ¿a que no sabes quién se ha muerto? O quién tiene el sida, o a quién le ha dejado el marido pero que muy bien dejada o quién se droga pero que muy bien drogao. Todo de la máxima actualidad. Luego se queda en silencio con los ojos desorbitados a la espera de reacciones.

Pues me arrepollino en el sofá para escribir lo de hoy cuando suena el timbre de la puerta. No la dejan a una, protesto. Abro. Es la tía Gacetillas. Pero, bueno, ¿cómo tú por aquí?

Ella, (entrando y desorbitando los ojos):¿a que  no sabes quién está terminal pero que ya ni respira ni le late el corazón?

No lo sé pero sea el que sea ya no está terminal sino terminado.

Que más da, dice ella con fastidio porque no le gusta que se hagan bromas con sus primicias. Además que yo he venido a entrevistarte para la revista del Hogar del Jubilado y el Ama de casa. Soy la redactora-jefe, que lo sepas.

No me extraña nada, Gacetillas, te mereces ese puesto desde hace muchos años.

A ver, que me han dicho que escribes. Por cierto, ¿sabes quién escribe pero que tiene un vicio muy feo con eso de la escritura que no puede parar de meter y meter entradas en un blog que tiene?

¿No seré yo? Esta entrevista es muy rara, céntrate un poco.

Claro, es verdad. ¿Y por qué escribes, si puede saberse?

Anda esta, pues porque me lo paso bien

¿No será para ahuyentar a la muerte?, dice ella toda morbosa

Huy qué va, si yo nunca pienso en la muerte.

Pues haces muy mal, en la muerte hay que pensar siempre para que nos aproveche más la vida ¿Sabes a quién le han amputado una pierna y la mitad de la otra?

Ay, calla, Gacetillas que me mareo.

¿Y cuál es tu mesa de trabajo? Que me han mandado en el Hogar que le saque una foto.

Pues aquí en este sofá o sobre la taza del váter cuando está el Toni porque esto que escribo es bastante clandestino.

Le voy a sacar unas  fotos mejor al váter y así de paso veo si lo tienes limpio. Clic, clac, ya está, retratado. Ha quedao muy bien. El mes pasado sacamos el gallinero de la Sofía y el anterior el horno de pan del Marianín. Así que no te quejes que vas la tercera. Y que cualquier lugar es digno si se trabaja con pasión y alegría.

Otra pregunta que te hago, Eva, hermosa:  ¿tú tienes de eso, de pasión y alegría?

Pues mira, algunos días más que otros, como todos.

¿Sabes quién se ha dejado arrastrar por una pasión irrefrenable pero que anda perdidito, perdidito?

¿Esta pregunta también es para la entrevista?

No, bonica, la entrevista ya se ha terminado, tampoco vas a llenar tú sola la revista que tenemos muchos temas que abordar. Ahora, también te digo que te vas a hacer muy célebre en el pueblo, de eso me encargo yo y puede que más allá del pueblo y hasta en el extranjero. No veas cómo difundo, lo mío de siempre ha sido difundir y difundir sin sentido ni razón, esa es mi misión en esta tierra. Y la tuya, ¿cuál es?

No lo sé, no tengo una misión definida, ¿vale la de ir tirando?

Qué va a valer, tienes que buscar el sentido profundo de tu existencia. Ya puedes tenerlo pensado para la próxima entrevista que te haga. Y te aconsejo que te des prisa no vayas a morirte sin saberlo.

Me estás metiendo mucha presión, me está empezando a entrar una angustia que no me pega nada, es más propia del Toni.

Y hablando del Toni, oigo su llave en la puerta. Corro a esconder el ordenador y respiro aliviada de que todo esto sea una invención, de seguir en mi plácido anonimato, de continuar con mi tranquila existencia carente de finalidad.

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