Huy, huy, huy, mira quién está otra vez por aquí. No te escondas, bonita, que te hemos visto, me dice la Elvira descubriéndome agazapada tras el puesto del pescado.
Como para no verla con lo abundante que es, se ríe su compinche la Marcela que, al parecer, se pasa el día comprando plátanos y peras.
Qué género tengo, guapa, qué género: ex- tra-or-di -na- rio. Qué pescadilla de pincho, qué merlucita, qué gallos, recién pescaos, más fresco ya imposible, ¿qué te pongo?, me pregunta el pescadero colocando los brazos el jarras sobre su delantal de hule.
No nada, si solo estaba mirando, digo mientras el Jacobín toca con un dedo el ojo gelatinoso de un besugo y lo retira luego asustado.
Terrible mes de abril, terrible mes de abril cuando descubriste que no eras feliiiiz, canta un hombre con voz quejosa a través del hilo musical que ameniza el mercado.
¿No estarías pensando en irte a la competencia?, me grita la Marcela tras su colorido puesto. Te he visto y estabas mirando las frutas de Paco. Te advierto que a la que te descuidas te endilga una pieza pocha, si le conoceré yo…son muchos años.
Por eso dejé yo de comprarle, estaba hartita de encontrarme con la sorpresa al llegar a casa porque parece un predistigitador, el tío, qué mano tiene para colártela sin que te des cuenta.
Además, añade la Elvira, que él no tiene blog y yo sí y entre blogueros tiene que haber solidaridad, ¿a qué sí, Marcela?
Lógico, eso ni se plantea.
Pues eso,que te vengas para acá que tenemos que hablar. ¿Cómo te va el blog? Ni palante ni patrás, me imagino. Despegar es muy difícil. Algunos, por no decir la mayoría, no lo consiguen nunca, tienen el avión, tienen el piloto, tienen los pasajeros pero dan unas vueltas por la pista y nunca llegan a volar, los pasajeros se bajan mosqueados y el avión se queda ahí, en el hangar de por vida.
Qué buen símil, hija, Elvira, se nota que escribes con asiduidad, le pelotea la Marcela tal vez con la esperanza de que le salga la compra gratis o de que le deje comentarios en su blog.
Ya ves….una que vale. Y para que veáis que soy generosa y que no me importa compartir conocimientos os voy a decir una cosa que estoy haciendo yo ahora y que me está dando muy buen resultado. Meto enlaces con fotos que hago por aquí, en el puesto. De melones, de mandarinas, de mangos, de calabazas, todo ello hilado con el texto.
O sin hilar, que te he leído, matiza la Marcela.
Bueno, mujer, hay días que se puede relacionar y días que no, la locura y las hortalizas no te creas que siempre coordinan pero todo es proponérselo. El tuyo sí que va bien, Marcela, me das una envidia… tienes “me gusta” para parar un tren y comentarios para aburrir a las ovejas. Yo no sé cómo lo haces, hija, cuéntanoslo para que aprendamos, sobre todo a esta que está de un pez la pobre….dice señalandome con la parte verde de un puerro.
Si no hago nada, se quita importancia la Marcela. Ahora con el deceso de García Márquez pues los post salen solos, que si un día Macondo, que si otro día Aracataca, que si crónica de una muerte anunciada…chupao. Y cuando no hay muertes pues meto cualquier frase potente a ser posible de un escritor muy torturado con su foto encima y digo que su lectura me ha devastado. No veas lo que le gusta eso a la gente, lo de devastarse o lo de decir que se devastan. Treinta me gusta de una tacada conseguí ayer con ese sistema y dos nuevos seguidores lo que ya hacen un total de…..
Fíjate, si lo llego a saber, pero ahora no te voy a copiar el formato. Que sepas que hemos visitado tu bitácora, me dice luego sin dejar de amenazarme con su arma vegetal. Y ni fu ni fa. No escribes mal pero la historia, ¿cómo te diría yo?, carece de interés.
A lo mejor si matas a alguien….a tu jefa o a la Esmeralda esa del quiosco, sugiere con desgana la Marcela.
O que haya cuernos, que el marido de tu jefa se la pegue con otra o ella a él….Acción, vamos y no esas aventuras insulsas que ni son aventuras ni son nada. Mira, si haces eso, igual hasta te dejamos un comentario, te daría prestigio que somos blogueras de rancio abolengo aquí donde nos ves, en este marco tan poco propicio.
Terrible mes de abril, terrible mes de abril cuando descubriste que no eras feliiiiiz, vierte incesante sobre frutas, pescados, vacas y pollos difuntos y confundidos humanos el hilo musical.
yo debo ser muy sosa, porque me interesa así tal cual. de hecho a mí la carnaza… con decir que no tengo ni sintonizado tele 5…
Me alivia y reconforta saberlo 🙂
Me encantan las del mercado…
Es que son muy auténticas ellas…me alegra que te gusten
jajaja pues a mi una pelea verdulera no me importaría, que se tiren las lechugas a la cabeza las del mercado! (sorry..soy más de campo que las amapolas).
Mientras sean las lechugas y no los melones…
¡Telica con las del mercao! Que grata sorpresa volver a encontrarlas, son como un jarro de agua fría pero con mucho arte las jodias, jejeje. Besitos
Qué miedo me dan la Elvira, la Marcela y sus blogs respectivos. Muchos besos, Marififi que tu carrito o bugaboo es el más bonito de todos 🙂
“Terrible mes de abril, terrible mes de abril cuando descubriste que no eras feliiiiiz, vierte incesante sobre frutas, pescados, vacas y pollos difuntos y confundidos humanos el hilo musical.”
Qué frase tan buena,qué broche tan bueno para tu entrada de hoy,cuánta poesía y sabiduría hay en los mercados!
Gracias por apreciarlo, la poesía está por todas partes. Me encanta el nombre que te has puesto.
Las fantasías de asesinatos y sexo están mucho más vistas que lo que tú escribes.
Gracias