Así es como dice la Esme que nos tenemos que volver, que ya está bien de dejarnos pisotear, de cumplir todos los deseos menos los nuestros y de ser unas mujeres que ni pinchan ni cortan. Que tenemos que pinchar y que cortar pero que para eso, primero, nos tenemos que empoderar.
Perdóname, Esme pero es que esa palabra es rara y no la entiendo y ahora mismo estoy haciendo la cena y te tengo que dejar que se me pasa el huevo frito.
¿Eres idiota, Eva? primero que los huevos fritos no se pasan y segundo que seguro que le estás haciendo la cena al Toni.
Pues sí, para los dos.
¿Ves?, lo que te digo, no estás empoderada pero eso lo arreglo yo. Pásate mañana por el parque cuando dejes al niño en la guardería que te voy a explicar el sistema. Nuestro momento se aproxima, te lo anuncio desde ya para que te vayas preparando.
Ah, pues qué bien pero me lo tendrás que explicar rapidito que el hada no se anda con tonterías con los horarios.
¿Pero de qué hada me hablas?
De la Patricia, de quién va a ser, que sospecho que es un hada disfrazada de mujer.
Tu jefa lo que es es una pija de libro.
Bueno, es que tiene que haber hadas de todas las clases sociales.
Mira, Eva, tú estás muy perdida pero aún tienes arreglo. Los miércoles por la tarde no tienes nada que hacer, ¿verdad?
No, bueno, lo de mi casa, poner la lavadora, ir a la compra, planchar, quitar el polvo…
Calla, pelma, que me amuermas con esa ristra de obligaciones, nos vamos a apuntar a un seminario de empoderamiento y vamos a resurgir como mujeres nuevas, ya verás. Tengo aquí los papeles. A ver, contesta a este test : ¿estás haciendo lo que verdaderamente te gusta?
Hija, Esme, ya sabes que me puse de empleada doméstica porque no me quedó más remedio pero que esa no es mi verdadera vocación.
Pues ahí le has dado. Sigue el test: ¿sientes a veces que no tienes el control de tu vida?
No sabría decirte.
O sea, que sí, que lo sientes. Y por último, ¿no sabes cómo transformar los retos en oportunidades?
Si te refieres a qué no sé qué hacer con un huevo frito quemado y con la yema dura, pues sí.
No creo que se refiera a eso pero me vale, lo que tienes que tener claro es que tú y yo nos vamos a empoderar.
Y dale con la palabreja, si ese vocablo me parece a mí que no lo recoge el diccionario de la RAE.
Bastante te importa a ti ese diccionario, si te pasas el día saltándotelo. Venga, que te apunto, que la inscripción se hace por internet. Ya estás, apuntada. Verás que bien, vamos a salir de la zona de confort que es una zona aburridísima donde nunca pasa nada y vamos a entrar….eso ya lo veremos sobre la marcha. Además, que luego nos dan un diploma.
¿Pero un diploma de qué?
Pues de guías de otras mujeres que se quieran empoderar, vamos a liderar muchedumbres, ni la Merkel, bonita. Ya me he pensado los estilismos para cuando seamos pastoras de masas, mañana te los cuento.
Huy, Esme, qué pereza me está entrando.
Tienes que creer más en ti misma, Eva, se me pone, y conectar con tu esencia femenina.
Eso lo estás leyendo tal cual de la propaganda del seminario, ¿a qué sí?
Te veo mañana en el parque. Y va y me cuelga con mucho empoderamiento y bastante mala educación.