Al final no lloré más porque no me dio tiempo y cuando por fin me metí en la cama estaba tan cansada que me quedé dormida al instante. Dormir es muy bueno cuando se tiene alguna preocupación porque entras en el mundo de lo onírico y allí lo más probable es que la preocupación no esté. Claro que a veces por mucho que te empeñes en entrar, la puerta está cerrada y no hay manera, aquí te quedas dando vueltas a tu problema y a las sábanas.
Pero tuve suerte y entré muy bien, de golpe, y gracias, en parte, a lo agotadora que es la Noemi. Nada más llegar se puso a deshacer la maleta porque es de esas personas que hasta que no tiene todo su entorno organizado no puede estar tranquila, después tampoco puede porque se le ocurren nuevas ordenaciones del territorio y así sucesivamente. Como me necesitaba todo el tiempo de mayordoma, o eso decía, no me dejó parar. Creo que era una táctica de amiga íntima para impedirme pensar.
Además de hacer de ayuda de cámara también tuve que resolver algún que otro problemilla derivado de las altas expectativas de la Noe. Pues no me cabe toda la ropa en el armario, se pone, ¿dónde la guardo?En el armario de los pobres, maja, en la maleta debajo de la cama. Huy qué cutre, dice ella toda palaciega, habrá que pensar algo. Sí, le digo yo, habrá que pensar en buscar a alguien más para compartir piso porque tú ganas muy poco y vamos justitas. Que ella en un piso patera no se ve viviendo, que ya nos apañaremos comiendo menos o lo que sea. Mejor lo que sea, Noemi, que de comer no me quiero quitar y eso que se me ha esfumado el hambre del disgusto.
Te va a entrar otra vez en cuanto cocine, me asegura ella, he traído tofu y verás lo que sé hacer, está buenísimo, pero solo por ser hoy que comer como las celébritis es caro. No te molestes, que las penas con pan son menos pero con tofu son más, mejor nos comemos la tortilla de patata que ya está hecha. Venga, pues como no hay que cocinar, me pongo con el feng shui, voy a hacer que la energía positiva fluya y fluya porque está esto muy estancado. El sofá lo pongo del otro lado, mirando a la pared contraria, empuja de ahí, tira de aquí, las sillas a la izquierda, la mesa patas arriba, esto sí, esto no, dale, dale.
Ya os digo, agotada de tanta mudanza me fui a la cama y ella todavía seguía trasteando, colocando sus afeites en el cuarto de baño, (madre mía la de potingues de marca blanca que atesora) y prendiendo barritas de incienso por las esquinas. Por mí, pensé antes de dormirme, como si saca el botafumeiro, hoy he tenido bastante y mañana será otro día.
Y así fue, ya es hoy, es la seguridad que tienen los días, nunca te defraudan en su aparición, ellos siempre se presentan fieles a su cita y eso, en un mundo tan inestable y cambiante, no está mal como asidero.
Los problemas muchas veces se meten también en los sueños, al menos a mi me pasa, así que no hay nada como el nuevo día para ver las cosas desde otra perspectiva. No llores más, que todo va a ir bien, estoy segura. Besicos
Sí, las pesadillas. Yo casi nunca tengo. Y no te preocupes que no lloro, sólo una vez para desahogarme porque te quedas muy relajada después y ya. Besos
ya verás como el Feng Shui que ha hecho la Noe funciona y fluyen las energías positivas y todo comienza a ir bien.
abrazos
Me fío yo más poco de los inventos de la Noe…pero se agradece la intención y el comentario también. Muchos besos
¡Vaya trasiego la Noe! Al menos el agotamiento te ahorra ratitos de penas.
¡Ya te digo!, es un sistema muy bueno, por si alguna vez lo necesitas. Eso sí, cansa.
La tortilla de patatas compensa 🙂
La técnica de la Noe de estar ocupada para no pensar en las penas es muy buena. Ya verás cómo todo se va poniendo en su sitio, con Feng Shui o sin él. Besotes!!!
Sí que es buena, sí, luego te tomas un paracetamol para las agujetas y tiras millas. Besos a ti y cuida de Forlán que se están aprovechando de él.
Ánimo. Los días se irán haciendo más llevaderos. Además, tener nuevos trastos por todos lados ayuda a no pensar tanto.
¡Ah, se me olvidaba! La tortilla de patatas quita mejor las penas que el tofu 🙂
Totalmente de acuerdo 🙂
Ay la Noe qué cantidad de energía tiene. Lo de cambiar los muebles de sitio es algo muy renovador. Cuando compartía piso en mi época de estudiante, todos los años movíamos el sofá, la mesa, los cuadros, así parecía que el año era distinto, era como borrón y cuenta nueva. Ya te digo, muy purificador. Muy de acuerdo con la Noe.
Purificada y con dolor de espalda pero bien, vamos por buen camino, creo.
Ya verás como con el trajín de la Noe y todo el Feng Shui pululando por la casa, vas a dormir de maravilla.
Un besete o dos…
El feng shui y un orfidal. (Es broma) Un beso enorme, María.
Hay veces que, ante una preocupación grande, viene un trabajo inesperado, una ocupación intrascendente a la que nos aferramos para distraer nuestra mente de los problemas verdaderos. Yo creo que lo hacemos adrede y nos volcamos en eso intrascendente para escaparnos del tormento.