Como si no tuviera ya bastante con mi esguince, mi dislocación, mi perimenopausia, mis dos hijos ninis, mi gero padre y mi precaria situación económica, toma rato malo esta mañana. Tenía que hacer una compra y he entrado en una tienda de mi barrio. Miro hacia un lado para ubicarme y me veo rodeada de calabacitas decoradas, gorros de bruja, falsas telas de araña , dedos de plástico sanguinolentos y caretas de zombi momia. Debo aclarar que odio bastante halloween y toda su parafernalia, cosas de la edad. Me vuelvo hacia el lado contrario y ¿qué ven mis ojos con presbicia?: gorros de Papá Noel, colgantes con forma de reno, purpurínicas bolas.
Pero no es posible, ya ni si quiera se guarda un orden en la aparición y proliferación de espantos, te echan encima todo de golpe y apáñate como puedas. Pero el momento terror no ha terminado aquí, me acerco a la caja para pagar mi mercancía y de un altavoz brota la cantarina voz de, ¿quién?, sí, de ese, si prácticamente no hay otro: de Rafael entonando el nunca jamás oído “puede ser mi gran noche”. He deseado la muerte súbita. Luego, al llegar al quiosco, me he conectado al wi fi de mis amores para leer las noticias y me informado de que le han concedido un premio Ondas por su trayectoria. Interminable, añado.
Para calmar la taquicardia he seguido leyendo y entonces he visto este bonito titular, “La Agencia Tributaria revela cuáles son las inversiones en el extranjero de los españoles”. No es por ponerme pejiguera pero creo que ahí también hay que añadir un adjetivo al sustantivo españoles: ricos. Será porque soy de la periferia o de la banlieu, dicho en galo que queda mucho más fino, pero no concozco a nadie que tenga cuentas, acciones y seguros en Suiza, fondos de inversión en Luxemburgo o propiedades inmobiliarias en Francia.
Mira, estoy por comprarme una careta de momia y un gorrito rojo con pompón y de esa guisa ataviada ponerme los grandes éxitos de Rafael en el spotify, total para cuenta en Suiza no me da, habrá que conformarse con las pequeñas alegrías de la vida.
Es muy cierto eso de las pequeñas alegrías de la vida…
Ya lo creo, qué sería de nosotros sin ellas. Un saludo, Sibarel.
coincido con esme. el merchandising cada vez más temprano e invasivo hace agónica la espera de las fiestas en cuestión (me dan más miedo las navidades, he de confesar. A mí lo del halloween me toca de refilón, así me resulta bastante inocuo)
Creo que ha sido la mezcla lo que le ha sentado mal a Esme 🙂
Por si sirve para algo, te mando un abrazo. Que son gratis. 😉
Claro qu sirve, sirve muchísimo, si al final, lo gratis es lo mejor. Otro para ti, Gema.
¡Ay, Esme! Yo siempre he tirado más hacia Serrat y sí, puede ser tu gran día… 😉
Pero qué bien traído. Esta sí que me gusta, me la canto ahora mismo.
Yo tengo una cuenta en la luna lo malo es que no puedo ir a buscarla jajjajajaja, yo no se donde estarán todos esos ricos, aquí todos somos pobres y currantes, que como falle el tiempo o llueva demasiado o no llueva nada, nos quedamos sin comer. Pero al gobierno solo les interesa esos ricos y saber si serán sus nuevos amiguetes, los demás les importamos bien poco.
Eso digo yo, que cuando hablan de españoles que maticen un poco, leches! En la luna están muy bien los ahorros, pelín lejos pero seguros.
Lo malo es que al estar allá no tengo ni para calzones nuevos que estoy recauchutando los viejos jajajaja
Yo hay algunas cosas de tu relato que no entiendo….nunca por tu forma de redactar. Vivo un poco fuera del mundo, ahí en mi burbuja tan redonda como las bolas de Navidad.
No me extraña, es que la Esme escribe lo primero que se le pasa por la cabeza a modo de desahogo y, claro, no es fácil seguirle la pista. Menos aún si estás en modo burbuja, tan agustito.
¡Cáspita! yo si conozco gente que tiene pasta y otras cosas en suiza, pero en mi familia eso no es raro, es lo que tiene la emigración.
Bueno, Chus, pero eso es otra cosa, creo.
Esme Esme, hay que ser más positiva. El Raphael es periandropáusico jurásico y ahí lo tienes, en plena “onda”, nunca mejor dicho.
Jurásico sí, lo otro ya lo dejó atras hace mucho. Y no me hables más de él que me enervo y se me va la buena “onda”.
Mujer, pero si es un ejemplo de lucha y pundonor…otra cosa es que no te guste su música y que sea trigeneracional, jajaja
Puede ser peor, Imagínate un lugar donde la celebración de independencia, halloween y navidad son en consecutivo: Septiembre, Octubre, Diciembre.
Eso sí que da miedo y no las momias sangrientas del Halloween
Hay que tomar las cosas con calma..por delante tenemos el jaleo más grande… de Navidád. Lo de ricos y pobres es lo de siempre..el mundo no cambia. Pero ya sabemos ..dinero no da felicidad. Claro que facilita la vida muchisimo.
Encantada de conocerte, Iaaantha. Soy Esme, amiga de Eva y colaboradora ocasional del blog. Es verdad, se aproxima la Navidad, respiraré hondo por lo que pueda pasar.
Aja…el placer es mio por conocerte atraves de ese relato tan divertido. Soy muy despistada ,voy a ver si hay algun indicio que es relato de ESME. Un beso
No eres despistada, es que estás recién llegada y aquí hay un poco de lío de personajes. Besos!!
Mira que al leer a la Esme, se me ha puesto muy mal cuerpo y ¡claro! como no tengo cuentas en Suiza pues para mí lo importante es la salud. Intentaremos sobrevivir a toda esta melé de acontecimientos.
Besetes, Eva. Ah! y tambien para la Esme 😉 😉
Eso, María, nos concentraremos en la salud. Y en el amor, que también es gratis. Muchos besos.
Pues nosotros este año en casa Halloween por todo lo alto. Es lo que tienen los niños porque antes yo era como la Esme: tradiciones las nuestras. Lo de las cuentas en Suiza es que están muy de moda últimamente. Besos terroríficos
Es cierto que cuando se tienen niños las cosas se viven de forma diferente. Disfrutas celebrando la Navidad, Halloween y lo que te echen porque tu disfrute es ver el suyo. Pásalo bien con tus peques pero no se lo cuentes a la Esme.
Pues a mi mientras sea fiesta, me da igual si es nacional o importada, que no le hago ascos a ninguna. Pasado mañana me tengo que disfrazar y me encanta. No me gustan los maquillajes demasiado repulsivos, prefiero que sean graciosos a que sean asquerosos. De la Navidad lo único que no me gusta es tener que pensar en la lista de los regalos, demasiada actividad mental.
Todavía recuerdo el anuncio de Raphael y Monserrat en la Navidad del 2013, me dejó traumatizada.😀.
Me gusta el plan de la Esme, si no puedes con tu enemigo, únete a él.
Espero que luego nos lo cuentes y nos lo muestres. Y dice la Esme que ella no tiene manía a Halloween porque sea extranjero, a Rafael también se la tiene y no lo es. Ella sabrá, no hay que hacerla mucho caso.
Jajajajaja, las manías no entienden de fronteras.
Entre Halloween, Navidad y Rafael me quedo sin dudarlo con los dos primeros con la ventaja que en Argentina aún no se ha importado Halloween, pero aún sigo fuera de casa y aquí está en todo su esplendor. Creo que Esme no debería preocuparse por las cuentas en Suiza, en general suelen ser depósitos dinerarios cuyo origen cuesta explicar y por eso son secretos, así que mejor vivir en paz aunque nos sorprenda la voz Rafael por las calles (siempre que sea una vez al año).
Un saludo cariñoso para ti y mis condolencias a Esme, desde Nueva York.
La Esme te manda muchos recuerdos, le gusta leer tus crónicas viajeras. Dice que la próxima ciudad que visite va a ser Nueva York pero tiene que ahorrar primero. Besos, Bella.
Con lo emprendedora que tú eres, Esme, ¿cómo no se te ha ocurrido hacer la misma y empezar a vender en tu quiosco parafernalia mezclada?
Es que solo puedo vender refrescos, chuches y helados o me quitan la licencia. Aunque alguna dentadura vampiresca y algún ojo de goma y algún dedo cortado de regaliz ya vendo. Lo que tengo que tragar, guapa.
Lo de Halloween tiene un pase pero que ya en octubre estén tocando los eggs con la navidad me parece alucinante. Qué pesadez… Un besote!!!!
¿Verdad que es insoportable? Aún en el caso de que te gustaran esas fiestas las terminarías aborreciendo por pura saturación.
Pobre Esme, la verdad que te entiendo. Acá me tienen igual con las super mega tiendas repletas de adornitos de Halloween, Thanks Giving, y las Christmas. ¡Ah! Y ya mismo nos ponen los corazoncitos de los Enamorados… Que no nos dejan en todo el año… Después Las Madres, Regreso a la Escuela, El Día de la Independencia, El Día del Veterano, y por ahí ni te cuento… A lo mejor te iría mejor en el negocio si te pones a vender esos adornitos, digo yo. No te acuerdes de mi pobre madre, Esme, por favor. Un abrazo, Maja. Que te mejores pronto y sigue escribiendo para reirme otro ratito.
Eso debe de ser infernal pero aquí vamos por el mismo camino. Si te has reído un poco, ya me ha servido de algo
Qué rabia me da a mi también ver todo lo de navidad en octubre, oye, es una cosa con la que no puedo… Un besazo Esme!
El repelús que siempre me ha producido Raphael es algo que, no sé la razón, me daba vergüenza de mí mismo. Y no lo he superado. Moriré con ello.
Es que da bastante grima, coincido contigo