Hay días en los que lo único que quieres es esconderte del propio día, que no te vea, que te ignore y, con suerte, se olvide de ti. Pero si es un día losa, estás perdido. Esos días vienen dispuestos a aplastarte, ese es su cometido y lo cumplen a la perfección.
Si por algo se caracteriza un día losa es por no olvidar, por no despistarse, por no irse por las ramas. Los días losa son plomíferos y como casi todo lo plomífero no conocen la evasión.
Escapar de un día losa es imposible, siempre te acaba encontrando y se te echa encima, agobiante, o se apoya en tu espalda y desde ahí, bien aposentado, haciendo descansar todo su peso, que es mucho, sobre tu cuerpo, se dedica a disfrutar de la liviandad, a hacer pasar sus horas, con calma de día losa, silbando tranquilamente o entonando aburridas cancioncillas, mientras tú cargas con él.
Cuesta atravesar el día losa con el propio día losa encima. Querrías tirarte sobre la acera, con lo sucia que está, abandonar la lucha y que te barran como a las hojas. Te sacudes, te estiras, te mueves para ver si se desprende. El día losa es tozudo y cabezón, más que tú.
Admítelo, te puede. Lo vas a llevar a cuestas todo lo que dura. Parece que te han puesto pesas en las piernas, es denso, difícil de cruzar. Y sin embargo, cruzas, llegas ni sabes cómo al día siguiente, pones con miedo el pie en el suelo por si fuera un hijo del anterior. Los días losa son muy fecundos y se reproducen con facilidad.
Parece que no, se ha ido y el nuevo no es su descendiente, en nada se le parece, pero lo estrenas con todo el cuerpo dolorido, recuerdo del otro, como si te estuviera diciendo malicioso: volveré.
(Cuaderno de doña Marga)
Abro la puerta de la casa. Me quito las zapatos y entro en el cuarto de baño. Abro el grifo . Me meto bajo del agua. Que me quité este día.
¿Una ducha muy caliente? Sí, a veces sirve.
Últimamente he tenido unos cuantos de esos. Asquito de días… Besotes!!!
Menos mal que no son eternos y que terminan dejando paso a otros…
Mis dias losa ya pasaron, cree una , hasta que vuelven a pulverizarnos
Igual no vuelven nunca más, Edda. Hay quién se inmuniza y ya no le atacan más.
Pero al fin y al cabo sólo son 24 laaaaargas y pesaaaadas horas.
Poca cosa para una vida entera
Siempre que no se repitan a menudo, claro.
Lo que dijo amalaidea, duran lo mismo que cualquier otro, por increible que nos parezca, lo que ocurre es que la sensación es de 48 horas, o infinito. Como el tiempo cuando te dicn que tal sitio está a 10 grados pero que la “sensación térmica” hace que parezco 1 bajo cero. Me alegro de que la losa no te impida escribir (díselo también a doña Marga)
Buena observación, Icástico, la “sensación tiémpica” de estos días es de larga duración aunque tengan las mismas horas que los otros. Saludos de doña Marga.
Queda acuñada la expresión “sensación tiémpica”, porque “sensación temporal” parece un cachondeo si nos referimos a días losa.
Jajaja, que parecen de todo menos temporales, los jodíos
Pesados pero no interminables. Todo pasa, aunque agote. Mañana será otro día, que diría Escarlata O`hara.
Así es, Ana. Cada día nuevo tenemos la posibilidad de empezar otra vez.
Adelante pues!!
En eso estamos, Ana, caminando
El desafío es aprender el mensaje del día losa. Aunque no nos guste transitarlos, algo querrán transmitirnos, aunque más no sea el alivio por el día que no resulta losa… Qué reflexiva es doña Marga, Eva.
Un saludo cariñoso en un día que no ha sido losa (hasta ahora) desde Argentina.
Sí, qué bonitos son luego los otros días, los simplemente normales, por comparación. Un saludo, Bella.( Tengo que volver a Borges, al que he leído muy poco. Ayer me tentaste con tu entrada)
Hoy tengo yo uno de esos, y me voy a tirar en plancha al sofá en menos que canta un gallo.
Al inventor del sofá habría que hacerle un monumento si es que no lo tiene ya. Ánimo con el losa, se pasa aunque parezca eterno.
Sí……esta vez me va a costar un poquito más de un día, pero luego mando a la losa a hacer …………
Es que a veces vienen seguidos pero, igualmente, terminan por pasarse. Muchísimos besos, Natalia.
Tengo la teoría de que esos días existen, pero cuanto más piensas en ellos más losa se vuelven. Sin embargo, si piensas que eso ha sido algo circunstancial y que no puede durar más horas de las necesarias, se acaba. Creo que tanto yoga me está modificando la duración de los días losas.
Me voy a tener que dar al yoga yo también, si aligera las losas tiene que ser bueno.
Te falto decir que los Días Losa duran 25 horas, cada una con sus 70 minutos que suelen durar 80 segundos…
Muy bien computado, Herreire
Para mí esos días son mortales porque lo único que se me ocurre es jugar a videojuegos todo el día y eso a la larga sólo te deprime más. Suerte que apenas tengo 🙂
Es que casi cualquier cosa que hagas en esos días da mal resultado, por algo son losa.
Lo mejor para esos días es llevar un martillo neumático que los destrulla. Sí, ya sé que no es una cosa fácil de meter en el bolso o en un bolsillo, pero al caminar por la calle, es fácil encontrar un obrero sudoroso vibrando con uno. Se le puede pedir amablemente.
Jajaja, qué buena y original idea. Eres mujer de recursos, Henar.
Hace poco tuve uno de esos, en los que dices: ¿Para qué me habré levantado yo hoy?. Pero fue solo eso, un día, un mal día. ya pasó y ni recuerdo que me ocurrió jaja..así que no sería tan malo.
No, seguro que no fue tan malo. Además con lo malo lo mejor es tener memoria mala también.
Uy de eso voy sobrada jajaja
Hola, Paloma, como ayer estuve en la hoja, paso hoy por aquí, aunque a lo mejor no hace falta. El caso es que me gusta comentar desde aquí, como si estuviéramos en las catacumbas de tu blog, charlando, o mejor, conspirando, con todos esos comentarios ahí arriba, mirándonos como si fueran cuadros de nuestros antepasados, voces fantasmales o sombras petrificadas en el tiempo. Vale ya. Me han gustado los poemas de los jardines, y te digo de todas formas que tu talento narrativo aflora también, y mucho, en tus poemas, algunos parecen el germen de una historia que está por contar. El modo en que versificas tiene ese ritmo, pero el tono es poético e íntimo, y en definitiva son lo que son, brillantes poemas. Te mando un abrazo grande.
Es verdad que cuando se leen los comentarios de entradas de hace mucho son como voces perdidas, es como un viaje en el tiempo.
Qué raro es.
Yo te agradezco mucho que comentes, así, medio escondido, y que leas.
A mí tu escritura me parece siempre muy poética, escribas lo que escribas.
No las tengo todas conmigo con la escritura de poemas, tengo la sensación de que me meto en un terreno que no es el mío, pero no importa, es que me gusta y me lo paso bien, son experimentos.
Tengo bastantes jardines de esos, ya los iré poniendo.
Muchas gracias!!
Otro abrazo para ti, Eladio.