Era tan sumamente sedentaria que cuando tenía que salir le hubiera gustado hacer lo que su gata: tirarse al suelo y fingirse muerta, el corazón bombeando acelerado de puro miedo a perder sus preciosas costumbres, su tranquilizador territorio.
Pero luego, después de varios días de vagabundeo y ruptura de hábitos se adaptaba a ese modo de vida errante, se acomodaba a la incomodidad, acoplaba su sedentarismo al movimiento, hacía rutina de la falta de la misma.
Y de nuevo se hubiera tirado al suelo fingiéndose muerta para nunca volver.
(Cuaderno de DM)
A mí me pasa la primera parte.
Pero yo siempre quiero volver.
Quizá si hubiera nacido cuando el mundo no estaba globalizado hubiera disfrutado del placer de viajar.
Pero hoy en día…
Besos.
Tienes razón en que somos muchos moviéndonos a la vez y eso estropea bastante la experiencia.
Una técnica adecuada para esos momentos, Eva … quedarse quieto/a … una delicia.
Un abrazo santo.
La no acción muchas veces es lo mejor. Besos, Enrique y gracias por el reblogueo
Reblogueó esto en Los Reblogueos de etarrago.
Es muy curioso en que tu te has fijado. Leí una novela japonesa, hace tiempo, que me cautivó. Secuestraron a un hombre y le obligaron vivir en un desierto suministrandole la limentación. Intentaba huir varias veces pero poco a poco se acostumbro y cuando tuvo la opottunidad de irse…no queria hacerlo. Se me olvido el autor .
Somos de costumbres y hasta nos acostumbramos a la falta de acostumbramientos 😉
Uy..me acordé ” La mujer de arena” …Kobo Abe. Es impresionante. te gustará …segurisimo , es tu estilo.
Me lo apunto ahora mismo. Además creo que sí me has acertado, me gusta bastante la sensibilidad japonesa.
A veces el problema no es el entorno, sino nosotros mismos, animales de costumbres que no decidimos lo que queremos, más bien “nos deciden” las circunstancias y acabamos por acostumbrarnos tanto a ellas que creemos que hemos elegido.
Agudísimo el comentario. Tanto que me has descubierto algo que intuía pero sin saberlo del todo.
😀 😀 Pues mira que después de escribirlo y enviarlo me ha recordado un poco a Groucho y “la parte contratante de la primera parte”. Es un alivio que me hayas entendido 😉
Jajaja, de todas formas Groucho es genial y muy agudo también.
😉
Del viaje que no he hecho ya he vuelto
Contradicciones de la vida. Me gustan esS frases sin sentido pero con él
El ser humano necesita cierta rutina para sentir seguridad. Aunque luego utilice la palabra rutina de forma peyorativa y la palabra seguridad de forma contradictoria. Pero esa es otra canción 🙂
Besos.
Claro que la rutina es necesaria, tanto como cargársela de vez en cuando. Besos, Eme.
Cuánta razón tiene Doña Marga. Siempre digo que no vivimos en una ciudad, vivimos en un pequeño entorno, nuestra parada de bus, el supermercado de al lado, los mismos árboles al salir de casa, el cartero. Nos quitan eso y nos sentimos perdidos. Parece que no vamos a ser capaces de volver a encontrar nuestra rutina, nuestras referencias, pero al final siempre lo hacemos.
Se que te referías a los viajes, pero quería ir un poco más allá.😀
Está muy bien el comentario, Sensi, vale para los viajes y para todo lo que sea perder tus referencias de cada día.
No había quien les sacase de casa. Pero tenían una furgoneta de esas con cama y fregadero. Y cuando se iban por ahí no paraban. Cada día a un sitio.
Ella me dijo: Es que cuando salimos por ahí nos encanta esa vida rutinaria.
Yo, para no desentonar, le contesté: Vale tía, se lo diré a mi padre.
Bueno, pero lo entiendo, porque estaban en la rutina de no tenerla.