Me gustaba ir al camino de las moras para encontrarme contigo.
De la zona de robles y zarzas salía un aire fresco y húmedo,los perros bajaban a bañarse al riachuelo y la gente, con bolsas, escarbaba entre las ramas.
Una mañana, dentro del hueco de un fresno encontré un búho perfectamente encajado, parecía parte del árbol, como si estuviera tallado en su madera. Fui a contártelo al camino de las moras. Muchas otras cosas he ido a contarte, que estaba triste o alegre, que me iba bien o mal, que había hecho lo que tú me aconsejaste o más bien todo lo contrario. Siempre me escuchabas en silencio y sin juzgar. Te notaba en la brisa, en el olor a tierra húmeda, en el cielo, en el silencio.
Pero hace tiempo que ya no estás. He vuelto muchas veces y sí, están los árboles, algunos enfermos, roídos por un parásito, están los montes, imponentes como siempre en su belleza verde y gris, el suelo amarillo después del largo verano, las moscas atontadas y zumbonas, pequeñas mariposas blancas, los cuervos con su pesado graznido, las urracas, los mirlos y un petirrojo descarado que siempre sale a saludar.
Ahora sí que te has ido definitivamente o he sido yo la que me he ido de ti. Tal vez si paso otra vez por el camino de las moras, por el lugar exacto donde estabas escuchando y te hablo como hacía antes, volverás. No me gusta nada que te mueras dos veces.
(Cuaderno de DM)
Lo que evoca esta página del cuaderno de Doña Marga es algo precioso. En todos los sentidos y aspectos.
El final es maravilloso.
Un abrazo.
Gema: gracias. Me sientan muy bien tus palabras
Me alegro mucho. Serán más frecuentes, entonces.
Besos.
Sencillamente, precioso.
Un abrazo, Yolanda. Espero que vuelvas pronto, escribes mucho y bien.
Llega al corazón.
Dan ganas de ir a buscarle al camino de moras,en el lugar exacto…
Besos,Paloma.
🙂 Un besazo, Carmen.
Valieron la pena las lágrimas…. Bellísimo!
Si te ha gustado leerlo, ya ha servido de algo.
Besos, Marta.
Me has puesto la piel de gallina.
Y eso que eres un lagarto 😉
Un beso, Chus.
Doble mérito para ti. Otro beso, Paloma
🙂
Seguramente lo encuentres en otro recodo, solo debes permanecer atenta.
Un saludo
Puede que sí, que la atención tenga mucho que ver. Y las ganas de no olvidar.
Gracias, Pilar.
Evocas la nostalgia de un momento que se desvanece, de dentro de tí aflora una parte nueva que aboga por salir, tal vez no sea que morirá dos veces, si no que renazca en otra forma. Me atrae este vislumbre que muestras. Feliz Domingo
Y a mí me gusta tu manera de verlo, es esperanzadora.
Feliz domingo a ti también
Nace algo nuevo, es un crecimiento y como tal, por momentos duele. ¡Déjalo que vea la luz!, sin miedo. Un abrazo
Gracias, Themis, me fío mucho de tus palabras.
Yo estoy en el camino del Toro Salvaje.
Ya sé que no es lo mismo pero a veces como desahogo puedo servir.
Sé escuchar.
Besos.
Parece fácil saber escuchar pero no lo es.
A lo mejor me doy una vuelta por tu camino.
Gracias 🙂
🙂
Ese camino de las moras os pertenece, es un lugar de encuentro más que de tránsito, en él todo gira ante vosotros hasta el punto de explicaros, incluso más allá de la muerte.
Me gusta tu interpretación, verlo como un lugar de encuentro, es muy bonita.
¡ Oh, Paloma, tan elegante y fino es tu texto ! Me haces llorar muy a menudo. Que la proxima entrada sea de reir. Si D. Marga acepta los encargos, claro esta.
Venga, lo voy a intentar. A petición de Tatiana. A ver si me sale.
Muchos besos.
Qué bonito, Eva. Me ha hecho recordar que hacía tiempo que no paseaba yo por mi camino de moras. Qué artistaza eres.
Pues date una vueltita en cuanto puedas, no hay que dejar olvidados para siempre esos caminos.
Besos, Panno.
A qué huelen los recuerdos cuando al presente los traemos. Nunca sé si regresar, porque no sé con qué momento me quedo.
Podría soportar volver a perderte de nuevo, pues ya sabre el camino de volver a tenerte
Un beso de frutas
Estos huelen a moras.
Un besazo para ti, poética Margui.
estos días de otoño… es lo que tienen
Sí, son un poco poéticos melancólicos
Así andas tu, que no quería yo decir nada, pero te me vas…
A ver si me espabilo, que estoy muy cansina. Besitos, guapa.
Tienes tu punto, más por lo que callas que por lo que hablas
Lo consigues. A veces me dejas sin palabras. Precioso.
A mí me gusta que hables pero bueno, sin que sirva de precedente…
Un abrazo sin palabras, es verdad que no siempre hacen falta.
¿Y cómo escribo una lágrima, un recuerdo, una brisa en el alma, una sonrisa del pasado…? ¿Cómo te cuento que yo también hablo al aire para que lleguen mis palabras a los que se marcharon y ellos me contestan? No hay palabras para contar todo eso, solo es posible sentirlo 😉
Pues me lo acabas de escribir 😉
😉 Bueno, tú ya me entiendes…
Perfestamente 😉
😀 😀 😀 Por cierto, felicidades porque hoy se celebra el día de las escritoras 😉
http://www.bne.es/es/AreaPrensa/noticias2016/0511-Dia-de-las-Esritoras.html
Lo he estado oyendo en la radio esta mañana pero algo no debe de ir muy bien cuando le han puesto el día.
Felicidades para ti también 🙂
Eso digo yo siempre, que la normalidad es que no haya que dedicar un día a las cosas ;(
Lastima que existe la senda de la pizza.
Esa tampoco está mal, sobre todo del lado de la cuatro quesos. Depende del momento.
Ohhhh, Paloma, y, además, un camino de moras … es vuestro lugar, sigue estando ¿cómo no?
No es necesario el ‘título de comentarista’ para decirte que es precioso.
Gracias.
🙂
Un beso.
🙂
Jajaja, me hace gracia cuando os peleáis.
Muchísimas gracias, Rosa.
Otro beso
🙂
Me has tocado el corazon ,me has hecho llorar
Comparto y sigo llorando, pero no un poquito, mucho, mucho
Ay, no, Edda, por favor.
Prometo hacerte reír a la próxima o por lo menos lo voy a intentar. Con lo que yo te quiero…
Lo leí anoche…Triste, hermoso, maravilloso, melancólico, evocador…Hay personas que se van para siempre y nos dejan muy desamparados, descolocados…Claro que la primera parte del texto, y primera impresión que tuve, es que esa conversación al aire, o a las moras, podría interpretarse como una especie de rezo o plegaria (odio ambas palabras, mejor dicho, ni me gustan ni me siento cómodo), o sea, como una especie de oración hacia un ser superior, hacia un D…(la otra que no nombraré), ya sabes, un anhelo espiritual. Dejémoslo en hablar, que no me parece mal, incluso hacia uno mismo, o su subconsciente, o el cosmos, la vida, el karma, el destino, la suerte…Podría pasar por eso, aunque después parece focalizarse en una persona perdida y añorada. Lo que me fastidia un poco, puñetera, es que nos dejas, o me dejas, eso es lo que me importa, con las dudas, las preguntas, la indefinición de qué querrás estar transmitiendo o evocando, o a quién, o cúanto de realidad, experiencia o invención hay en ello. A mí no se me escapa, y ya sé que contestándome tampoco irás más allá…
La verdad, y hoy no estoy mintiendo, es que el camino de las moras existe y es muy parecido a como lo describo. Me refiero a alguien que quería y que ya no está. Por alguna razón sentía su presencia en ese sitio hasta que dejé de sentirla, tal vez porque me fui olvidando . Y me da rabia olvidarme, de ahí viene.
Más o menos esa es la explicación.
Gracias por la explicación. Más que ese punto del «mentir», que tampoco nombré y que sólo tú sabrás en general el %, me preguntaba cúanto de invención podría haber. Saludos moreros.
Soy alérgica a las moras, me habría muerto entonces. Besos, Paloma.
Es verdad, pobre, ya lo recuerdo. Pero no te las tendrías que comer, solo pasar por delante.
Besos de vuelta. Sin moras.
Ah, entonces solo pasaría por delante. Besos, mi reina.
Él, como el búho, también quedó encajado en el camino de las moras.
Sí
Me ha encantado dar el paseo contigo. Un besazo.