Alas de plata cruzan el cielo
batiendo las seis de la tarde.
Sube la luz espumada, blanca, pura.
Un instante de belleza
y el día se rompe por las costuras.
De gris serrín espolvorea los tejados.
Alas de plata cruzan el cielo
batiendo las seis de la tarde.
Sube la luz espumada, blanca, pura.
Un instante de belleza
y el día se rompe por las costuras.
De gris serrín espolvorea los tejados.
Un poema sencillamente espectacular.
Creo que eso es demasiado.
Pero gracias!!
¿Para cuándo el poemario?
Me quedo aquí, por el momento.
Probando.
Si cambias de idea, yo te echo un cable.
Pero qué majo. Gracias!!!
Muy chulo…
La ciudad sembrada de silencio blanquecino.
Besos!
Un momento bonito que vi ayer pero se esfumó enseguida. Y no sé si lo he sabido captar. Un intento.
Gracias, Carmen.
Besos
Que guapo! yo no soy capaz de que me algo asi, que parezca sencillo siendo tan complicado.
Guapo tú 🙂
A ti te salen unas fotos muy bonitas.
Gracias 🙂
A ti, Chus
Yo también vi a esos pajaritos
Besos
Ahora están pasando muchos por aquí.
Se van al sur.
Qué angustia eso de que anochezca a las seis de la tarde. No me gusta nada el invierno. Besotes!!!
Ya, ya sé que tú eres de sol y calor.
Pero ya se van alargando los días, no te preocupes.
Besos
Qué enigmático…Claro, no puedo evitar pensar “aviones plateados, rozando los tejados.” Pero a lo mejor esas alas plateadas no se refieren a aeronaves. Quizá es un efecto solamente celestial. Y el gris serrín pueden ser los colores del invierno, de una tormenta lejana, del anochecer.
Venga, que te aclaro el enigma. Es que se ven por las tardes por el cielo de Madrid muchas bandadas de aves migratorias, creo que son grullas. Como les da el sol del atardecer parecen de plata. Y luego se hace de noche. Fin.
Oh, qué bonito. Pues jamás lo hubiera pensado. A mí me gustan mucho esas pequeñas formaciones de cotorras, o loros, no sé, que aparentemente habitan en libertad en los árboles de BCN. Pasan volando tan rápido, tan verdes, y siempre emiten un graznido muy característico. Me gustan por el color, por su velocidad y por esa formación compacta. Vamos, que me molan.
Sí, aquí también hay de esas. Pero estos solo están de paso. Me encanta verlos, hoy los he visto otra vez y justo a las seis.
Gracias por convertir el paisaje en hermoso poema y regalarlo.
Lo he visto todo.
Besos.
Gracias a ti por verlo mientras leías.
Besos silenciosos 😉
Aquí en Zaragoza en el parque Grande a esa hora bandadas gigantescas de estorninos pintan el cielo de gris ,el caso es que algo querrán decir esos mensajes ….Saludos imaginarse ese cielo como si fuese una gigantesca tela desgarrándose me ha gustado y ese batir de alas dibujando un reloj con alas…
Ay, sí, lo de los estorninos lo he visto en la tele, es espectacular. No sé que querrán decir pero seguro que para ellos tiene algún significado.
Saludos!!
Bello. Leerlo exactamente a las seis, para terminar el día que ya no lucha. Gracias. Palomaeva.
🙂 gracias a ti, Marta
¡Ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!
Maravilloso.
Un instante de belleza.
¡Gracias!
Un beso.
🙂 🙂 🙂 muchas gracias, Rosa.
Besos
Bello Te quiero Doña Marga
🙂 🙂
¡Qué seis de la tarde más generosas!
Los días a veces hacen milagros de luz por un instante que sólo ven algunos desocupados elegidos.
Lo de desocupados no sé cómo tomármelo. Pero sí, muy ocupada en ese momento no estaba