Pero qué guarra es la gente

La gente es muy guarra, lo sé por experiencia. Pero guarra, guarra. Puerca. Y  da lo mismo que tengan estudios universitarios que no los tengan que sean mujeres o sean hombres. Dicen que los hombres son peores que las mujeres, no te creas tú, se ve cada porquería en el baño de ellas, más o menos lo mismo que en el de ellos y a veces hasta peor. Y las puertas, ¡cómo me tienen las puertas!, les ha dado la manía de dejar mensajes ahí y no hay día que no tenga que ponerme a borrar pintarrajos.

“Te quiero, mi niña”, borré ayer, ¿no se lo puedes decir a tu niña al oído o por guasap? Y además si la tu niña en ese baño no va a entrar, ¿para qué lo escribes ahí?   La semana pasada me tocó borrar, esa fue en el baño de las mujeres,   “Yo también suspendí la Pau”.  Encima de burra,  cochina, ¿para qué están las redes sociales?, pues escríbelo ahí que no mancha y se te unen los de tu misma condición. Yo es que de verdad no lo puedo comprender ni concebir.

Pero que todo sea eso, como le digo a mi compañera Julia cuando se mosquea. Digo, Julia, tú es que tienes poca experiencia pero luego se te hace el cuerpo y ya no te da asco nada, porque de las asquerosidades mejor no hablar. Me da pena de Julia, tan joven y ya fregando, ya le he dicho, estudia, no seas tonta,  que todavía estás a tiempo de mejorar, algo habrá que puedas hacer que no sea ir todo el día empujando el carrito con las fregonas. Lo malo es que está preñada y eso, quieras que no, te condiciona.

Y no es que estemos mal del todo en esta biblioteca, he estado en sitios mucho peores, pero que mucho peores, en oficinas enormes de esas de  de no te menees y lo mismo, unos guarros todos.  Me gusta más esto y el ambiente es bueno, las chicas de la biblioteca son muy majas nos tratan de igual a igual, parecerá que sí pero eso no siempre pasa.  Una de ellas,  Sarita,  nos trae tartas, hace muchas,  la del otro día  se te quedaba a media garganta que casi nos ahogamos, qué tos,  pero nos la comimos igual, el movimiento  da hambre y aquí no se para.

A ver, alguna vez sí, cuando ya estamos muy hartas nos salimos a la puerta a mirar el paisaje, menudas vistas bonitas tenemos aquí, a ver dónde tienes tú eso en un trabajo. Le digo a Julia, respira hondo y se te oxigena el feto y toda tú. Lo de feto no le gusta, prefiere que diga niño, feto le suena a deforme y  tiene miedo a que le salga mal, ese miedo lo hemos tenido todas las madres, yo la animo, ya verás qué guapo va a ser y qué sano. Que te ayuden los abuelos a criarlo y tú te pones a estudiar algo, es que el padre no sé si está, nunca habla de él y no quiero preguntar. Dice que quiere estudiar un módulo, que empezó uno de Adiestramiento y estética animal pero que lo dejó porque no le gustaba. Natural, la estética animal te tiene que gustar, como no te guste…

Por ahí viene  Guillermo, a mí ese hombre me da un poco de asco, siempre sale del baño subiéndose la bragueta, ¿por qué no se hará sus avíos dentro? Es como si yo saliera recolocándome…ya me entiendes. Como gustar, a mí me hubiera gustado ser vedette, a veces canto pero en bajo porque, eso sí, aquí alto no se puede que molestas a los que estudian. Un día me pilló Guillermo cantando y bailando y dijo “Joséphine Baker en persona”, solo dijo eso. Y yo sin saber quién era, luego la busqué, con la falda de plátanos no me veo, hay que saber lo que sí y lo que no.

En los baños sí que canto y me desato, como están abajo, en la fosa como decimos nosotras, no se nos oye,  de allí vengo.  Hoy había otra pintada, recién hecha estaba,  “la revolución será feminista o no será”, toma del frasco, Carrasco. La iba a borrar pero Julia se ha negado, que ni se me ocurriese, que está en el baño de mujeres y todas somos partidarias.

Mejor sería que estuviera en el de hombres, por si alguno no se ha enterado todavía, que los hay…mira que casi cada día matan a una, ¿pero qué les pasa a algunos que yo no sé lo que les pasa, están locos de la furia o qué es esto? Y muchos después se suicidan, suicídate antes y problema solucionado.

Ni pensar en eso quiero, ahí la hemos dejado, si baja la jefa a hacer sus necesidades y la ve lo mismo nos dice que por qué no la hemos quitado, a mí  Ana María me da un poco de respeto, es muy respetuosa.

¿Y si ha sido ella?, ha dicho Julia, lo que nos hemos reído de imaginárnosla. Ana María haciendo pintadas, es que me meo.

“Tápame, tápame, tápame, que tengo frio”, esa me gusta, “cómo quieres que te tape si yo no soy tu marío”. Pues por eso mismo.

Mira, otra vez,  papeles tirados aquí en mitad de la escalera, ahora me toca agacharme, pero  qué guarra es la gente.

42 comentarios en “Pero qué guarra es la gente

  1. Lo de que se suiciden antes me parece muy aconsejable.
    Que no lo duden, que cuando vayan a pegar o a matar a sus mujeres, que no lo hagan, que se paren, que recapaciten y salten por el balcón del piso más alto posible… pero vamos, que si pueden saltar todos hoy mismo… aunque mueran cien mil o un millón que no pasa nada, oye, se les quema como a la puta basura que son y asunto arreglado.

    Besos.

  2. El enfado de la limpiadora está justificado. Antes sólo había las puertas de los baños y las paredes, pero hoy sobran las redes sociales donde desahogarse. Por fortuna la autora de ese soliloquio (a mí me parece que habla consigo misma mientras empuja el carrito) tiene sentido del humor, el cual salva cualquier situación, incluso las guarras.

    1. Pues te aseguro que las redes sociales no han desbancado a las puertas como modo de comunicar mensajes o de desahogarse.
      Ni el muro de Facebook a los muros de la calle.
      El humor siempre salva.

  3. Jajaja… la gente tiene que expresarse, y lo digo por las pintadas. Aunque se entiende el mosqueo, las molestias y el punto de vista de las mujeres de la limpieza.
    Creo, por lo menos me parece muy obvio a mí, que ese tono en el pensar y en el expresarse de la protagonista, mezcla de bastorro, ordinario y algo corto de luces (sin ánimo de ofender, pero de un buen corazón) te ha quedado muy logrado, pues está buscado a propósito. Ah, lo digo en parte por lo de «que se oxigene el feto». Suena algo mal, creo que jamás usaría una frase así.
    La pintada de la revolución feminista que la dejen, sí. Ya la he visto esa. Que la dupliquen en el lavabo de hombres.
    Voy a dejar dos pintadas en tu blog…
    «Sense desobediència no hi ha independència». Je je je… Podría añadir mil más.
    «Namastebesos desde una mente expandida, sin partes».

    1. No, si ya se expresan y muy a gusto. Se van expresando por todas partes, algunos mejor y otros más chapuceramente.
      Yo tampoco diría «que se oxigene el feto» aunque mal dicho no está, feto es.
      No te voy a borrar las pintadas, seré buena.
      Una me ha gustado más que otra, jajaja.

      Namastebesos sin fronteras ni banderas.

      1. Jajaja, una te ha gustado más que otra. Muy bien, me has leído el pensamiento, pues se me pasó por la cabeza.
        Y también lo de oxigenarse el feto. En verdad es pura ciencia, pura realidad…

  4. Ay qué limpiadora tan salada !!!
    Lo que he reído con el «tápame que tengo frío». XD.
    Detalle importante que más que una pincelada es toda una reivindicación; que se suiciden antes , no después.
    Bien dicho !!!!

  5. ¡¡Buenísimo!! Me encanta esta historia poliédrica que estás desarrollando en la biblioteca. ¿Es siempre la misma biblioteca, no? Muy auténtico el personaje de la limpiadora. Te superas, Evavill.

  6. Pero mu wuarro que está el personal, que ni saben andar sin ponerlo todo perdido. ¿Y los de los perritos, que hacen como que lo recogen y luego lo dejan aparcado en cualquier sitio? Y los del burguer del centro comercial que me dejan la cena toda espachurrada en la puerta de casa, que será ¿para que engorden las ratas? ¡Y el que venga detrás que arree! Lo malo es que parece que siempre arreamos los mismos. Y si al menos el sueldo fuera a tono con el repelús del curro, pues vaya, pero dile a Julia que estudie, que cuanto más se trabaja menos se cobra. Un beso.

    1. Si ya lo dice Mari, que así se llama ella, la gente es muy guarra.
      En la esquina de mi casa hay un contenedor para papel y cartón y hay de todo menos papel y cartón. Y si lo hay, lo dejan fuera, rodeando el contenedor,¡ qué majos!
      Yo no se lo puedo decir a Julia, pero ya se lo avisa su compañera.
      Besos, Carlos

      1. Con el portugués no te preocupes, te ayudo, cuando lo haga falta!
        Gracias por visitar mi pequeño y tumultuado rincón. Yo estaré siempre por aquí a disfrutar de tus textos, que delícia!!!!!!
        =*

  7. La gente es muy guarra. Lo comentaba el amigo lrotula ahora mismo en mi blog, a propósito de las toneladas de porquería que dejan los palomiteros en el cine. Muy divertido todo: Joséphine Baker, el feto, el módulo de Adiestramiento y Estética Animal y la revolución feminista. Saludos, Evavill.

  8. Si al final la jefa no va a ser tan psicópata… je je je
    La gente es muy guarra, le doy la razón, aunque pusieran papeleras seguidas por una calle, seguirían tirando papeles al suelo.
    Me cae muy bien la compañera de Julia.
    Feliz noche.
    Besossssssss

    1. No sé yo, a esa jefa habrá que dejarle hablar para que se explique.
      Es verdad, las calles están sucias y cuanto más sucias están menos se preocupa la famosa «gente» de no ensuciar. Pensarán, «total, si ya está todo hecho un asco».
      Me alegra que te caiga bien Mari, que así se llama la compañera de Julia.

      Besos, Maite

  9. Esta la suciedad mental y la física.. siempre he pensado que primero se es sucio por dentro y, con el tiempo, esa suciedad acaba «saliendo pa fuera».

    Por eso siempre huyo de esas personas sucias

    Guillermo tenía toda la pinta de salir del baño a medio cerrar. Estaba claro, eso también es síntoma de muchas cosas 🙂

    Pobre Julia, no digo más.

    1. No estoy segura de que la suciedad interior y la exterior se correspondan. Más de un pulcro habrá que sea sucio de corazón y viceversa. Aunque ensuciar los espacios comunes sí dice algo, y no bueno, de la persona que lo hace.
      Sobre los habitantes de esta biblioteca prefiero no pronunciarme, intentaré permanecer neutral 😉

      1. Puede ser, pero me refería, sobre todo, a esas personas que son sucias cuando saben que no serán descubiertas. Por fuera, como dices, van impolutas, huelen bien y se horrorizan si encuentran una mancha en su ropa, pero cuando nadie mira dejan un rastro enorme de mugre alrededor.

        Seguiré esperando la siguiente crónica 😉

  10. Poco a poco se devela lo que pasa dentro de esa biblioteca, en medio de un jardín sin igual, ahora la limpieza, esas sí que encontrarán de todo ahí dentro, pues como dices lo guarros que somos, algunos en algunas cosas y otros en otras, me gusta el ambiente que se está gestando y la versión de los integrantes. Un abrazo

    1. Lo pienso siempre que oigo » mata a su mujer y luego se suicida».

      Menos mal que James Joyce no se va a enterar de tu comentario, no creo que le hiciera mucha ilusión. A mí sí, jajaja.

      Besos, Tatiana

  11. Muy bueno el monólogo. Otro trabajo no apreciado ni pagado ni respetado como se merece.
    Me has recordado a las batallitas que contaba mi madre cuando, hace años, trabajó limpiando en el Gobierno Vasco. Mucho traje pero poco civismo.
    Lo siento, pero yo le veo su lado romántico a los mensajes lanzados a la nada en las puertas de los baños. Claro, ahora como hay móviles, nadie los necesita para entretenerse. 🙂
    Un besote

    1. Uno de tantos trabajos invisibles pero no por ello menos importante.
      No serían batallitas lo que te contaba tu madre, sería la verdad.
      Yo sigo viendo muy vigente el «arte» de pintar puertas, será que nos sale el rupestre que llevamos dentro.
      Besos, Luna

  12. Jaja, pues sí, estoy de acuerdo y, además, lo cuentas de maravilla, como siempre.
    Ya para qué decir de las pintadas en las fachadas de los edificios, o las cáscaras de pipas…

    Gracias, Paloma.
    Un beso y ¡muchos!
    Siempre te leo y siempre me encanta. 🙂

    P.D.: «La hoja invisible» 😦 Snif …

    1. Ah, claro, es otoño… 🙂
      Rebrotará, seguro, ¡cómo no!

      Un besooooo, querida Paloma.
      Gracias a ti, requeteriquina 🙂
      Voy a leer fragmentos de tu obra en clase de filosofía, les encantará. Sin duda.

  13. Pues eso…por qué no se suicidarán primero?

    “ la estética animal te tiene que gustar, como no te guste…” jjajajajaaj me has hecho reír.

    Una de mis abuelas era fan de Josephine Baker y tenía su foto con la falda de plátanos…yo era una niña y me llamaba la atención porque a mi abuela en principio no le pegaba nada ser fan de Josephine Baker…lo que es la vida…
    ; )

    Buen puente!

    1. Lo hacen al revés, los muy…

      Jajaja, esa frase me hace mucha gracia, se dice mucho aplicada a la medicina o a la enseñanza pero cambiada de sitio suena rara.
      Me ha encantado tu abuela con su foto de Josephine 🙂
      Igual para ti, Carmen

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