Día: 2 de junio de 2020

¿A quién me recordará?

-Cotilla, que ya estás cotilleando, me dijo Leandro.

Me sienta mal que me diga eso, porque no es cotilleo es información. A mí no me interesa la vida de los demás, salvo que me molesten. Y bastante guerra nos han dado ya los sucesivos inquilinos del piso de arriba, demasiada ya. Por eso, en cuanto oigo las ruedas de una maleta o pasos o muebles que se mueven me pongo en alerta, me alerto toda yo.

No estaba cotilleando, listo, que te pasas de listo, solo estaba intentando averiguar quién ha venido esta vez al piso de arriba para…

-Para nada, me cortó él con toda su sequedad. Sea quien sea te vas a tener que aguantar, tú no decides a quién se lo alquilan. Ellos lo alquilan y ya está.

Ellos, eso sí que me inquieta, no sé quién son ellos, ellos son una agencia, qué más le da a la agencia ellos  las personas que viven debajo y si se vuelven locas con los ruidos o no se vuelven, como si se nos cae el techo en la cabeza. Con tal de que les paguen y hacer su negocio…eso sí que me inquieta a mí. Ya casi no quedamos vecinos de los de verdad. Solo Sagrario, la del primero, y ha perdido el juicio la pobrecita mía, pero si se pone abrigo en verano, con eso lo digo todo.  Los demás vienen y van, vienen y van como las olas del mar.

Qué mala suerte hemos tenido, le dije a Leandro.

¿Mala suerte, mala suerte? Si tú llamas mala suerte a tener una casa en el centro sin hipoteca… Tú es que no sabes lo que es la mala suerte.

No es lo que me dice sino el tono. Comprendo que está de mal humor porque tiene la edad que tiene y se ha tenido que venir a vivir con su madre, o sea, conmigo. No hacer nada en todo el día salvo la compra tiene que desesperar pero, ¿yo qué culpa tengo? Yo no tengo la culpa y no soy cotilla, solo miraba para saber quién había venido al piso de arriba.  Me puse a hacer que recogía mi ropa porque oí sus cuerdas. Era una mujer de edad…no lo sé calcular, no muy joven, tampoco vieja, como Leandro o puede que menos.

Le dije hola, ¿qué tal? No me contestó a la primera, se metió corriendo para dentro y solo vi como un trozo de pelo rojizo, color de ardilla. Eso me pareció, una ardilla, una ardillita asustada, de esas que salen huyendo a toda mecha en cuanto pretendes acercarte. Después se ve que se arrepintió y volvió a salir, dijo hola ella también y se volvió a esconder. Su cara me recuerda a la de alguien, como si la hubiera visto antes, en alguna película o serie a lo mejor, yo veo muchas, me distraen. A veces son los mismos actores de otra serie anterior que se han pasado a la nueva, eso sí que me vuelve loca, pero ¿este dónde salía también? Hasta que no lo adivino no me puedo concentrar, pero cuando lo adivino, qué alivio me entra. Por la calle también veo bastante a los de las series, que no son, ya lo sé, pero los veo porque es mucho el tiempo que paso a su lado y saltan de su vida a la mía.

Es una mujer, le dije a Leandro. No sé sí vendrá sola o acompañada, si solo es una y no da fiestas y tiene un horario normal podemos respirar en paz.

-¿Ves cómo eres una cotilla?, me dijo él sin levantar la vista del ordenador.Todo el día está ahí dentro, busca trabajo ahí dentro, busca novia ahí dentro, todo lo busca ahí dentro.

-Una cotilla integral.

-Parecía una ardillita, tiene el pelo rojo, no rojo, marrón rojizo, como las ardillas. Se asustó, es tímida.

-Como para no asustarse contigo haciendo de vieja al visillo. Y qué manía tienes de ver a todo el mundo forma de animal, ¿a mí qué animal me ves?, a ver, dímelo.

De asno, hijo, de asno, le tendría que haber dicho. Pero claro, una se calla por no pelear, para que haya paz. Está de mal talante, el Leandrito. Lo comprendo pero yo no tengo la culpa, yo también tengo mis problemas.

No ha hecho ruido hasta ahora la ardillita, menos mal. Es que cuando no me dejan dormir por las noches se me pone muy mal cuerpo, después ya no soy persona en todo el día, no sé qué soy. Si hasta veo doble el cartel de «Apartamentos  Mari Paz», como si hubiera bebido, pero es de puro sueño.

Hoy me la encontrado saliendo del portal, llevaba como una especie de maletín en la mano. Me recuerda muchísimo  a alguien, de la serie que estoy viendo ahora no es, tengo que hacer memoria.  Ya no puedo dejar de pensarlo.  Se ha metido ahí, en ese sitio donde va la gente a pintar. A mí me parece una actriz o algo así, ¿a quién, a quién se parecerá?

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