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Diez prendas básicas

Creo que no ha sido una buena idea ir a visitar a la Esme esta mañana acompañada de la Noemi. Ni si quiera creo que haya sido una buena idea ir a visitarla. Es que tenía uno de sus días, más que bajos, rastreros, y cuando se pone así de subterránea es mejor dejarla en paz. Luego se le pasa y vuelve a su estado normal, no hay que darle más importancia, pero lo que sí tienes que saber es que todo lo que digas en uno de esos días será utilizado en tu contra o en la suya.

La Noemi, ignorante de todo esto y poco hábil para interpretar el mensaje oculto en los pisotones y codazos, no ha parado de hablar de sus temas recurrentes: la moda, la decoración de interiores y exteriores, las energías positivas, la nutrición macrobiótica y la dificultad de encontrar famosos y el amor verdadero, temas todos ellos muy poco del gusto de la Esme. Aunque, en realidad, cuando está negativa ninguno es de su agrado.

Mira lo que pone aquí, dice la Noe mostrándonos una de las revistas de las que se alimenta. Diez prendas básicas que no pueden faltar en un fondo de armario: un vestido negro clásico, una camisa blanca, una americana, un… Estoy preocupada, no tengo ninguna, es que yo soy de ropas llamativas.

¿Vosotras tenéis fondo de armario?, nos pregunta con ansiedad.

Mira bonita, le contesta la Esme, tengo el día yo hoy como para fondos de armario, si quieres te hablo de otros fondos, de los bajos en los que tan bien me desenvolví en tiempos pretéritos o del fondo que estoy tocando en este momento ¡Ay madre mía que tan pronto me dejaste, qué pozo tan hondo!, no sé si saldré esta vez, ¿por qué todo me parece carente de sustancia, plano y sin significado?

Tranquila, Esme, que otras veces te he visto así y siempre remontas.

Esta vez estoy más submúndica de lo habitual, esta vez sólo veo sombras, esta vez puede ser la de mi definitivo desmoronamiento.

Pero, ¿qué le pasa, por qué está tan enfadada?, me cuchichea la Noemi.

Se lo iba a explicar, lo de la ciclotimia y la bipolaridad y las negruras esmeraldianas pero me he dado cuenta de que no lo iba a enteder, ella es un ser sencillo y sin complicaciones, un ser puro y de fácil convivencia. Nada, no le pasa nada, más o menos lo mismo que a ti, que tampoco tiene las diez prendas básicas, le digo llevándomela de allí de un tirón de brazo.

Te comprendo, Esme, se pone a gritarle, pero yo te consigo en los chinos una camisa blanca para que empieces por lo más esencial, el pantalón negro también es fácil, los hay por muy pocos euros, vamos a tener nuestro fondo de armario, todo es proponérselo, tardaremos más o menos pero lo lograremos.

Yo hoy no quiero lograr nada. No anhelo, no deseo, no proyecto,  ¿Habré alcanzado el nirvana? No me gusta el nirvana, no me gusta este hoyo, no me gusta este fondo, no me gusta este armario, no me gusta nada, no me gusto yo, no me gusta no gustarme. Diez prendas básicas, dice. Hay que joderse.