El búho

La Esmirriadita se ocupa un par de tardes a la semana de sus dos sobrinas, Maya y Violeta. Cuando ha vuelto con las niñas se han encontrado con Anselmo, el profesor de matemáticas. Estaba explicando con mucha emoción a Sonia y a Emilia que en el Retiro se ha instalado un búho real, lo cual es un acontecimiento extraordinario para todo amante de las aves.

Ahora que dices lo de aves, acaban de inaugurar aquí cerca un sitio de pollos asados y a la brasa que está fenómeno, de precio y de bueno, a mí es que el pollo asado con patatas fritas me vuelve loca.

 Hija, Sonia, qué burra eres, ¿no ves que Anselmo nos está hablando de otra cosa? No escuchas, tú a lo tuyo, a la manduca, tampoco va a ser todo comer, habrá que culturizarse también. Ese bicho nuevo es importante, no es cualquier cosa un búho real, ¿no has oído lo que nos acaba de contar? Que se le conoce también como el gran duque. Por algo será, es como el aristócrata de las aves, vas a comparar un pollo asado de la tienda, muerto y cocinado,  con un búho real en libertad y en un sitio que no es el suyo habitual, ahí está la gracia, que no es cosa vista.

Anselmo les ha seguido explicando algunas de sus características, entre ellas la de su gran tamaño y sus potentes habilidades cazadoras. Es un animal solitario y silencioso, con sus ojos naranjas observa a sus presas desde las alturas y, una vez localizado su objetivo, despliega sus alas y con un vuelo certero y sin hacer ni medio ruido, desciende, ataca y mata.

¡La leche con el búho!, ha exclamado Sonia observando cómo Anselmo desplegaba unas alas imaginarias y balanceaba el cuerpo como si estuviera planeando. ¿Y se puede ir a ver? Porque a lo mejor, guapa, ha dicho dirigiéndose a la Esmirriadita, tienes entretenimiento gratis para pasar la tarde con las niñas, entre que vais y venís, un ratito que miráis para arriba y otro para abajo, ya tienes las horas pasadas, que los niños son muy ricos pero muy pesados, también.

Pesado es lo contrario de ligero, ha dicho Maya, la mayor de las niñas, gran aficionada a las palabras. Su hermana Violeta, celosa de esos conocimientos a los que por edad y desinterés todavía no ha llegado, le ha pegado una patada.

Venga, que os acompañamos Emilia y yo, si total, no tenemos nada que hacer, Anselmo, danos la dirección del búho ese tan asesino y distinguido, que nos vamos las cuatro a verlo.

Localizarlo no les ha resultado difícil porque había un numeroso grupo de personas instaladas debajo de la morada del búho,  un pino alto y retorcido con ramas formando una horquilla. Hacia él apuntaban con cámaras y prismáticos.

Mira que si se cabrea y nos ataca…Anselmo ha dicho que come todo tipo de mamíferos y que le da lo mismo el tamañ, ha dicho Emilia con preocupación.

Anda, anda, que nos va a atacar a nosotras, en todo caso se comería a alguna de las niñas que están tiernitas y son de un tamaño que él puede digerir, así que, agarra a tus sobrinas, bonita, que no paran, esa es otra.

Alto es lo contrario de bajo, día es lo contrario de noche, joven es lo contrario de viejo, recita Maya balanceándose hacia delante y hacia atrás. Por cada antónimo recibe una patada envidiosa de su hermana Violeta.

Huy mirad, ha señalado la Esmirriadita, pero si hay dos búhos, uno es el macho y otro es la hembra.

El grupo de observadores de aves congregados abajo emite un muy largo y admirativo ohhhhhh cuando el macho se sube sobre la hembra.

Tampoco me parece a mí que eso sea para tanto, ha dicho Sonia. No le veo el mérito, si me dices que se ha puesto a leer filosofía en la copa del pino, ahí sí que ya me pongo yo también a aplaudir y a filmar, pero esto es de lo más corriente, lo normal en un búho y en cualquier bicho viviente, ¿y esta película es apta para la infancia?

¡Son novios!, ha gritado Violeta dando saltos, los calcetines se le han escurrido y la diadema le ha rebotado en las cejas. Maya la ha imitado y así han seguido todo el camino de vuelta, saltando y pegándose empujones.

Si lo sé me quedo en casa a buen recaudo, total, para lo que hemos visto… Si me dan a elegir, me quedo con los pollos a la brasa, diga lo que diga el profesor. Y oye, ese hombre, el Anselmo, me tiene alucinada, sabe de todo, lo mismo te habla de estrellas, que de números que de aves.

Bah, tampoco te creas que domina tanto, lo que pasa es que se prepara los temas, lo mismo que hace en clase pero en el portal. O será por hablar.

Hablar es lo contrario de callar, ha intervenido Maya.

Pues eso, niña, a callar.

17 comentarios en “El búho

  1. Dos búhos reales en el Retiro.
    Y otro en Sanxenxo.
    A los dos del Retiro me gustaría verlos, al otro no, cuanto más lejos mejor.

    Ya me has alegrado el día.
    Qué bien volver a leerte.

    Un beso.

    Ah, te puse el nombre de una ola.
    La más preciosa.

    1. Pues no sé a quién te refieres, jajajaja.
      Y todavía le aplaudirán.
      Huy, ¡¡Qué ilusión lo de la ola!! Así da gusto abrir el blog.
      Gracias, Toro :))
      Muchos besos

  2. Qué fino ha andado Toro en su referencia a ciertos pájaros autóctonos de este país 🙂

    Hay gente incapaz de ver los milagros en las pequeñas cosas. Dan por sentado todo lo que entra por sus ojos y ni tan siquiera pueden pensar en algo que no sea sus pequeñas pirámides de Maslow. Son vidas pequeñas, con fronteras y carteles etiquetando cada pulgada de territorio… Quizás sean felices, no lo sé… quizás en eso consista la felicidad…

    Un abrazo.

  3. Un gusto leerte en el despertar de esta mañana, con un sabroso café de por medio, salió de mí una gran sonrisa de esas que alimentan al alma y garantizan que el día va a ser muy tranquilo. Me encantan los buhos y todos esos personajes que hacen gala de ese nuevo acontecimiento. Gracias Eva por ello, abrazo grande

  4. Menos mal que los búhos son novios … jajaja ¿Tendría también preparada la clase sobre el apareamiento? Me solidarizo con el profesor, es un incomprendido. Besos, Evavill.

    1. Jajajaja, eso parece. Creo que el búho es un animal muy fiel, lo tengo que mirar, o se lo pregunto a Anselmo que seguro que lo sabe.
      Ser profesor no es fácil, entiendo tu solidaridad.
      Besos, Raúl

  5. Son preciosos los buhos reales, unas aves poderosas y magestuosas como las águilas pero sin ese componente tan agresivo, aunque sean casi igual de letales. Me ha hecho gracia lo bien que dibujas los perfiles de los personajes, la hermana brujilda ( Violeta) la hermana ensimismada en su mundo mental ( Maya) la exponténea brutota ( Sonia) la corrosiva jaja ( Emilia) los has dibujado a todos menos a la esmirriadita, que por el nombre y por su prudente participación en esta escena, me da que es la buena y tímida ; ) estupendo tu relato, como siempre!

    Un abrazo fuerte, que disfrutes del Retiro, del duque y de todo lo bueno que espero te depare este finde!

    1. Son igual de agresivos aunque más disimulados. Y además no tienen ningún depredador, excepto el humano. Pero es una cuestión de supervivencia y hasta cumple una función.
      Gracias por tu lectura tan atenta a los personajes y al detalle, me hace ilusión.
      Otro abrazo, María.
      Buen domingo!!

  6. Creo que todas han vivido una maravillosa experiencia en medio de la capital. Gracias a Anselmo. Otra cosa será escuchar una loa de agradecimiento, con lo difícil que es a veces explicar las cosas.
    En el pueblo el gallo de mi vecina Rosa sigue adelantando desde que en las fiestas de El Carmen los petardos le cambiaron el sueño, ahora canta a las cinco, O´Cook, de la mañana y luego de revolcarse al gallinero completo, se vuelve a dormir, supongo que agotado.
    Suerte que los búhos ducales son monógamos, que si se iban a enterar! Un besazo.

    1. Jajajaja, qué risa con la historia del gallo.
      Será que no tiene tantas búhas disponibles el señor duque. O que es así su naturaleza, no queramos mal pensar.
      Besos, Carlos

  7. Me encantan los búhos, es un animal que me produce una curiosidad enorme (me encantan muchas cosas porque soy bastante entusiasta).
    Pero ahora no puedo dejar de imaginarme unos cuantos búhos dando vueltas en los pinchos de los pollos asados. Creo que mi subconsciente quiere sacar alguna conclusión de tu relato y no acaba de encontrarla.
    Me ha encantando tu relato, y me habría encantado aunque no fuera tan entusiasta porque miras y escribes maravillosamente bien.
    ¡Besotes!

    1. A mí también, los búhos y muchas cosas más, sobre todo si tienen que ver con la naturaleza.
      No te creas que hay conclusión que sacar. La que a ti más te guste o ninguna.
      Y….¡¡muchas gracias!!
      Me da alegría leer de nuevo un comentario tuyo.
      Besos, Luna.

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