Bueno, pues ya se ha llevado el pájaro al don Margarito, o a su parte incorpórea porque a la corpórea se lo han llevado los de la funeraria dentro de una funda azul con una cremallera. Una cosa muy fea para ser lo último en lo que te envuelvan pero dice la doña Marga que eso no tiene importancia porque lo que se han llevado es solo el cascarón vacío, la carcasa.
También dice que sabe qué camino ha tomado el pájaro y hacia dónde se dirigía y que todo ha transcurrido según el horario previsto, como en los vuelos que no tienen retrasos. Resulta que es un lugar de la sierra que le gustaba mucho a él, un lugar donde de pequeño cogía moras y de mayor iba a pasear. Que ahí lo habrá dejado descansando sobre la tierra húmeda para que se transforme en algo de su agrado. Según ella, eso nos va a pasar a todos porque dice que todos tenemos un rincón que amamos y ese es al que iremos para hacer nuestra transformación.
No entiendo nada ni sé de qué transformación habla pero me he puesto a pensar en cuál sería mi rincón preferido y puede que sea el quiosco de la Esme, entre el castaño y el banco, donde me comía el bocadillo cuando el Jacobín todavía no estaba escolarizado. También podría ser el patio de la casa de mis padres siempre que mi madre no se asome a la ventana de la cocina para mandarme algo, eso me estropearía bastante el momento transmutación. Pero igual no tengo un rincón especial, el caso es que me gusta ir en autobús mirando la ciudad por la ventanilla pero tampoco me me parece buena idea que el pájaro me deje caer sobre el 29 porque lo mismo acababa convertida en semáforo o en marquesina y tampoco es plan.
Si os digo la verdad, creo que cuando te mueres no te enteras de nada, ya no eres y se acabó lo que se daba y eso también tiene sus ventajas. Por ejemplo, nunca más tendrás que eslomarte a trabajar ni te dolerán las muelas. Pero ya está bien de funebrerías, de momento estoy viva y bien viva y me alegro mucho de estarlo. También me alegro de que el pájaro haya venido y de ver a la doña Marga tan en paz.
Hoy se ha vuelto a poner lazos en las trenzas. Si a ella le gusta pensar que el don Margarito está donde las zarzas y los robles, acunado por el viento y bañado por una lluvia muy suave, si quiere creer que de hombre va a pasar a hoja no seré yo quién le quite la idea.
Yo no sé nada (supongo que lo sabremos a su tiempo y no hay prisa), y no creo que haya ninguna conciencia de cambio. Pero si la ley física de que la energía ni se crea ni se destruye, sino que se transforma, y la propia esencia de cada célula y de cada átomo, es la energía, la energía que nos configura de alguna forma seguirá formando parte del universo al morir. Pero la vuelta de tuerca de doña marga es mucho más bonita. Una licencia literaria (o vital). A juego con los lazos. Feliz viaje para don Margarito.
Me pasa como a ti, que yo tampoco sé nada. Me ha gustado lo de “a juego con los lazos”. Muchos besos, Patricia.
Pues claro que sí. Cada cual es muy libre de creer cualquier cosa que le haga sentir mejor, que con eso no se hace daño a nadie. Yo tampoco tengo muy claro cuál sería mi rincón preferido. Será porque a mí también me gusta mirar por la ventanilla…
Besotes!!!
Jajaja, es que se pasa muy bien mirando por las ventanillas, cambia el panorama y no te cansas. Como un cine pero el argumento lo pones tú. Besos, Álter.
Pues yo no te tengo claro cual es mi sitio favorito. Bueno, es que tengo varios 😉 Pero me gusta pensar que lo que dice Doña Marga es cierto y por eso ya me estoy pensando en qué me convertiré… que tarde eso sí!
Besetes, querida Eva.
Sí, bonita la idea sí es, lo malo es que, como tú dices, hay que elegir y si te gustan muchos sitios pues ya la hemos liado. Muchos besos, María y que tengamos mucho pero muuucho tiempo para irlo pensando.
Tu deja encargo de que te envuelvan en un post y te dejen aquí entre nosotr@s. Pero no hay apuro.
Eso es un piropo muy reprecioso, Icástico, pero, de momento, que no me envuelvan. Sueltecita estoy mejor.
Qué bonita forma de verlo… Por lo menos está en paz, la paz que queda tras una agonía tan larga. Mi rincón donde estén las personas que quiero. Allí. Besos
Cierto, el lugar más maravilloso no vale nada si no estás bien acompañado.
Pues mi rincón favorito es cualquiera, siempre y cuando tenga ante los ojos algo que leer 😉
Eva, si tienes tiempo y ganas, mírate esta reflexión sobre la muerte https://martesdcuento.wordpress.com/2014/07/29/tres-tristes-tortugas/
Con buena luz, entonces.
Eso por descontado, porque dicen que cuando te llega el final vas hacia la luz… 😀 😀 😀 😀 ¡Pero que chiste más malo, madredelamorhermoso! 😀 😀 😀
Me encanta doña Marga, yo también quiero ir a un sitio bonito cuando me muera, pero que no me suelte el pájaro muy de golpe, que aunque ya esté muerta, tampoco es cuestión de caer sin gracia. La naturaleza siempre es un buen lugar donde descansar y si se puede concretar más, me gustaría que se escuchara algún arroyuelo.😀
Hombre, no creo que el pájaro tenga tan mala leche, que te lance con estilo, qué menos. Lo del arroyuelo también me gusta a mí.
Hay quien cree que un cielo tan azul, un sol tan brillante y tanto amor es la evidencia de que aquí y ahora es el paraíso. Que fuiste bueno en vida y por eso estás aquí.
También está quien opina exactamente lo contrario.
Y luego están los que no opinan ni una cosa ni la otra, entre los que me encuentro. Resumiendo, que vaya usted a saber.
Hace cuatro años murió un niño muy importante en mi vida;tenía diez años. Desde ese día cada vez tengo más claro que no hay otra vida tras esta……y si la hubiera…¿qué hace él allí? Pero tampoco sé nada ni me condiciona para esta vida.
Hoy ha sido un día duro para mí. Quizá mañanase me ocurriría otro rincón. Hoy, si tengo que elegir uno, que sea bajo la lluvia, con los brazos abiertos y mirando hacia arriba sonriendo. Un beso!
Cuando se trata de un niño, esa es la pregunta lógica pues el único lugar posible parece éste, la vida. Yo no creo nada especial y tampoco me influye para vivir mejor o peor. Muchos ánimos con tu día duro, me gusta el rincón que has elegido aunque más que un rincón parece un espacio bien abierto, como esa sonrisa tuya.
Guapa!
Pues tú más, duendecilla 🙂
Yo estoy con ella. Mi lugar sería el mar. Un beso grande.
Ese sí que es un buen lugar. Besos, Susana.
Me has hecho emocionar Evita
Has anidado Tu, Don Margarito y Doña Marga en mi corazon y siento que ,del peso, me estan brotando lagrimitas, te quiero!
Qué entrañable eres, Edda. El aprecio es mutuo, lo sabes.
Ay no Evita, me encanta que me lo digas , el ego de las actrices es un niño muy pequeño…
Lo que pasa es que cuando alguien se nos muere, pensar en cosas así nos consuela. Es parte del luto. Y como dices, si a ella le hace feliz pensar que él está en ese lugar, que lo siga pensando. Ya irá a buscarlo allí cuando a ella le toque. Un abrazote, amiga.
Es verdad, pensar algo bonito consuela aunque no te lo creas del todo
Un beso enorme para Don Margarito, esté donde esté. Qué pena me ha dado.
Se lo mando de tu parte al paraje ese de las moras donde dice su madre que está
Se siguen todas esas románticas ideas porque nadie quiere, crea o no crea, imaginarse la muerte como la nada. Sólo sabemos vivir y nos entretenemos ideando cosas de la muerte como si fueran de la vida. Y tan contentos que nos quedamos.
Es un consuelo como otro cualquiera. Aunque a mí la nada no me parece mala, solo que me cuesta imaginármela.